Depresión infantil y adolescente

Imagen de Ulrike Mai en Pixabay. Causas y síntomas de la depresión infantil y adolescente.
Causas y Síntomas
Si cree que su hija/o padece depresión, es importante observar detenidamente sus síntomas. Los síntomas de la depresión infantil y adolescente suelen ser diferentes que en un adulto, por lo que a veces puede ser difícil detectar las señales de alerta. Saber qué buscar ayudará a identificar signos de depresión para encontrar la ayuda necesaria que supere las dificultades.
 
Los síntomas de la depresión en los niños tienden a ser un poco diferentes a los de los adultos. Mientras que el mal humor y la pérdida de placer son a menudo los dos principales síntomas en adultos con depresión, es más probable que los niños y adolescentes experimenten síntomas principales como irritabilidad y molestias físicas.
 
Otros síntomas de la depresión infantil y adolescente incluyen dificultades para concentrarse y tomar decisiones, timidez extrema, aferrarse a uno de los padres, sentir desesperanza, quejas físicas inexplicables, problemas para dormir, cambios en el apetito y pensamientos o acciones de autolesión.
 

Síntomas a tener en cuenta

Si sospecha que su hija/o podría estar deprimido, preste atención a los siguientes comportamientos:
 

Tristeza

Niños y adolescentes se pueden entristecer por muchas circunstancias, como perder relaciones con amigos o algunos familiares, excesivo trabajo y/o fracasos reiterados en la escuela, perder algo que consideran de mucho valor para ellos, mudarse de vivienda o la pérdida una mascota o un ser querido.
 
Trate de identificar lo que entristece a su hija/o y bríndele su apoyo.

Si los síntomas de tristeza mejoran o desaparecen después de unos pocos días, probablemente no estén relacionados con la depresión.

Los niños y adolescentes deprimidos pueden tener una sensación general de tristeza sobre su vida y su futuro, o es posible que no puedan identificar por qué están tristes. Es posible que lloren mucho o se desgarren con frecuencia sin motivo aparente.

Los sentimientos de tristeza que duran más de dos semanas son una razón para consultar con el pediatra o al especialista en psicología infantil y adolescente.

Retraimiento de amigos y familiares

La mayoría de los niños y adolescentes cambiarán de amigos en algún momento y pasarán diferentes cantidades de tiempo con sus padres. A medida que los niños pasan por la pubertad, naturalmente se alejan de sus familias y comienzan a identificarse más con sus compañeros.
 
Este es un paso importante en el desarrollo que no debe confundirse con el retraimiento social.
 
Cuando el retraimiento social se asocia con la depresión, puede contribuir a las experiencias sociales negativas de la niñez y la adolescencia, lo que puede reforzar los síntomas depresivos (como la inutilidad o la sensación de que nadie los quiere o los comprende).
 
Los niños y adolescentes que están deprimidos pueden alejarse dramáticamente de sus amigos, familiares y otras personas cercanas a ellos.
 
Tienden a ser reservados y evitan las interacciones por completo. Pueden dejar de participar en actividades de clase, sociales y extracurriculares.
 

Perder interés en las actividades

 
Su hija/o puede perder naturalmente el interés en las cosas que alguna vez amaba, como un juguete favorito o un programa de televisión, o declarar repentinamente que ya no quiere participar en su actividad favorita. Esto es diferente de un niño o adolescente con depresión.
 
Un niño o adolescente deprimido tiene dificultades para encontrar alegría o emoción en cualquier cosa.
 
Su hija/o puede ser indiferente a casi todo. Los niños y adolescentes que están deprimidos a menudo parecen estar haciendo los movimientos sin alegría ni placer en lo que están haciendo.
 

Sentirse incomprendido

Todos los niños y adolescentes se sentirán incomprendidos en algún momento. Pueden sentir que no hay nadie que pueda entender sus sentimientos o que no tiene sentido siquiera tratar de hablar de ellos.
Su hija/o puede tener miedo de probar cosas nuevas, hablar o compartir ideas por miedo al rechazo, la mala interpretación o el ridículo.
 

Declive Académico

Los niños y adolescentes pueden tener altibajos académicos con el tiempo. Recuerde que durante los tiempos de transición a la escuela intermedia o secundaria, el trabajo del curso es más desafiante.
 
Un niño deprimido puede tener una disminución significativa en las calificaciones, faltar con más frecuencia a la escuela, surgen problemas para prestar atención o simplemente no hacer el trabajo son todas las razones de tales disminuciones en las calificaciones.
 
Esto suele ser más evidente en un niño que ha tenido un alto rendimiento académico en el pasado.
 

Falta de energía

Todo el mundo se cansa, especialmente después de días ajetreados, trabajo duro, trasnochar, enfermedades y ejercicio, pero un niño o adolescente deprimido puede parecer que siempre carece de energía y motivación.
 
Incluso después de una cantidad adecuada de sueño, un niño deprimido puede quejarse de estar cansado, moverse lentamente o tomar una cantidad de tiempo desproporcionada para completar una tarea.
 

Culpa

Los sentimientos de culpa excesivos e implacables son comunes en los niños y adolescentes con trastornos depresivos. Suelen culparse a sí mismos por cualquier cosa que salga mal, incluso si está fuera de su control.
 
La culpa también retroalimenta los sentimientos de tristeza, inutilidad y desesperanza.
 

Inutilidad

Los niños con trastornos depresivos pueden sentirse inútiles con frecuencia o durante largos períodos de tiempo, especialmente después de un evento negativo. Los niños y adolescentes que experimentan sentimientos de inutilidad generalmente piensan que son débiles, inadecuados o defectuosos.
 
Los niños y adolescentes que se sienten inútiles pueden creer que son intrínsecamente malos y que todo lo que hacen está mal. Es posible que no pongan ningún esfuerzo en su trabajo escolar, establezcan relaciones sociales inestables o ni siquiera intenten conectarse con otros porque creen que sus esfuerzos fracasarán o causarán problemas adicionales.
 

Impulsividad y agresión

Para algunos niños y adolescentes deprimidos, sus emociones pueden hacer que se sientan enojados con las personas o las cosas que creen que son la fuente de su dolor. Esto puede conducir a reacciones impulsivas y agresivas.
 
Los comportamientos impulsivos son reacciones rápidas a los eventos (generalmente negativos) sin tener en cuenta las consecuencias.
 
Los comportamientos impulsivos a veces conducen a acciones agresivas. Los comportamientos agresivos pueden estar dirigidos hacia adentro en forma de autolesión, o hacia alguien o algo más a través de arrebatos de ira, acoso, daño a la propiedad o violencia.
 

Causas de la depresión infantil y adolescente

La depresión infantil y adolescente es una condición compleja que tiene muchas causas y diferentes factores de su entorno sociocultural.
 
Algunos de los factores de riesgo que pueden contribuir a la depresión infantil incluyen:

  • Química cerebral: los desequilibrios en ciertos neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina pueden desempeñar un papel en la causa de la depresión.
  • Entorno: una vida hogareña caótica o inestable puede ser un factor de riesgo para la depresión, al igual que experimentar aislamiento social o acoso escolar.
  • Antecedentes familiares: Tener familiares cercanos y parientes con depresión aumenta el riesgo de sufrir depresión infantil. Los estudios científicos de las últimas 3 décadas, confirman que aquellos niños y adolescentes con el mayor riesgo de depresión poseen antecedentes depresivos en dos generaciones anteriores de familiares adultos con depresión.
  • Salud física: Las condiciones de salud, particularmente las enfermedades crónicas como la diabetes tipo 1, pueden aumentar el riesgo de sufrir depresión infantil.
  • Estrés: los eventos de la vida, como la mudanza y el divorcio, pueden desempeñar un papel en la causa de la depresión infantil.

Como ayudar

Si cree que su hijo puede estar deprimido, consulte con su pediatra, quien puede evaluar los síntomas para descartar una enfermedad orgánica subyacente y recomendar el tratamiento adecuado.
 
Aquí hay algunas cosas que puede hacer para ayudar a su hijo a sobrellevar los sentimientos de depresión:

  • Supervise el estado de ánimo de su hijo.
    Esté atento a síntomas como tristeza, irritabilidad, pérdida de placer, cambio de apetito, cambio de hábitos de sueño, cansancio, sentimientos de inutilidad y pensamientos de muerte. Hable con un profesional de la salud si su hijo muestra tales signos.
    Proporcionar tranquilidad
  • Hágale saber a su hija/o que la depresión no es nada de lo que avergonzarse.
    La depresión es una enfermedad como la gripe y recibir el tratamiento adecuado puede ayudar a los niños a mejorar.
    Anime a su hijo a hablar
  • Dele a su hija/o el derecho a tener y expresar estos sentimientos.
    Los niños y adolescentes pueden tener fácilmente la idea de que no está bien sentirse deprimidos y comenzar a ocultar sus sentimientos en lugar de tratarlos de manera saludable.
  • Enseñe a su hija/o a pedir ayuda
    Los niños y adolescentes necesitan saber que habrá ayuda disponible cuando la necesiten. Deles una lista de personas con las que pueden hablar, como usted, un maestro o un consejero.
  • Nunca minimice los sentimientos
    Puede parecerte pequeño, pero lo que cuenta es cómo se siente tu hijo. Escuche y sea una fuente de apoyo.
  • Cuide su propio comportamiento como adulto de referencia.
    Sea consciente del impacto que sus propias respuestas a la vida están teniendo en su hija/o. Los niños y adolescentes aprenden sus habilidades para afrontar y superar sus propios problemas observando el comportamiento habitual de sus padres y familiares más cercanos.

 

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