En los fundamentos de la terapia conductal para niños con TDAH, encontramos dos tipos de tratamientos conductuales que pueden ayudar a los niños con TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad). Aunque no modifican los síntomas del TDAH, les enseñan a los niños a manejarlos.
El primer tipo de tratamiento conductual consiste en ayudar a niñas y niños a controlar su comportamiento impulsivo. A menudo se los padres participan juntos con sus hijos. Esta terapia ayuda a los padres a aprender formas más útiles de responder a los comportamientos tales como los berrinches o ignorar las instrucciones. Se centran en el uso de elogios y recompensas constantes para fomentar el comportamiento positivo de los niños con TDAH.
El segundo tipo de tratamiento conductual para el TDAH se centra en crear un conjunto de habilidades llamadas “funciones ejecutivas”, que incluyen la organización, la planificación de tareas y el manejo del tiempo.
La “capacitación conductual” puede ayudar a niñas y niños a desarrollar habilidades para mantenerse al día con las tareas escolares y a gestionar las responsabilidades en la casa.
La terapia ayuda a los niños a comprender y practicar cómo usar herramientas para hacer planes y mantenerse al día, como listas de control, planificadores y tablas de recompensas.
Los tratamientos conductuales para el TDAH pueden suponer mucho trabajo tanto para los padres como para los niños. Sin embargo, hay muchas evidencias de que producen mejores resultados.
Cuando un niño está aprendiendo nuevas habilidades, necesita entender cómo lo ayudarán, ya que los niños con problemas de atención son en cierto modo muy pragmáticos sobre cuánto esfuerzo tienen que dedicar a las cosas que deberían hacer.
En general, ellos invierten más energía en las cosas que están seguros de que les reportarán un beneficio.
La buena terapia estructurará el desarrollo de habilidades de manera que los niños vayan viendo resultados con claridad. Cuando los niños le dedican un gran esfuerzo a algo, esperan tener resultados, y si no los ven, es doblemente frustrante. Ellos pensarán: ─”¿Lo ves? no fue buena idea intentarlo”.
Lo más importante
Muchas veces los padres llegan a nosotros sintiéndose abrumados y sin saber cómo manejar a sus hijos de manera efectiva. Lo frustrante de las intervenciones conductuales, es que exigen un gran esfuerzo por parte de padres y maestros.
A veces, los padres tienen la idea preconcebida de que cuando llevan a sus hijos a terapia, el niño es quien estará haciendo el trabajo. Pero, en realidad, la terapia conductal efectiva requiere una gran dedicación por parte de los padres.
Por nuestra parte, los terapeutas enfocamos tanto los déficits específicos del TDAH, sus problemas secundarios asociados al trastorno, como sobre el desarrollo de la autoconfianza tanto de las niñas, niños y sus padres.