La mayoría de las personas autistas padecen de hipersensibilidad auditiva. No se trata que escuchen más que los demás, sino de que el umbral de tolerancia del sonido se encuentra en un parámetro inusual. De manera que los ruidos de la vida cotidiana pueden resultar extremadamente molestos y, según los casos, hasta inaguantable.
Para tener una idea más precisa cómo escucha una persona con autismo, se sugiere poner auriculares o cascos conectados a un móvil u ordenador y escuchar una canción favorita con el máximo volumen.
En el siguiente cortometraje animado «Sobrecarga Sensorial» se ilustra el estrés y la ansiedad que provoca en un adolescente autista la hipersensibilidad acústica ante sonidos que suelen ser habituales en la vida cotidiana. Imagine, entonces, el efecto nocivo de la estruendosa pirotecnia e incluso el bullicio en locales cerrados o espacios abiertos con gran cantidad de personas festejando.
FUENTE: Iniciativa: «Interacting with Autism» de Mark Harris y Marsha Kinder, 2012©
La reacción más frecuente de los niños con autismo es asustarse, llorar con angustia, gritar, taparse los oídos con fuerza desmedida e incluso podrían suceder autolesiones o presentar convulsiones.
¿Cómo ayudarles?
Entonces, ¿qué podemos hacer para que las personas con autismo logren contrarrestar la ansiedad y el estrés en los ruidosos festejos familiares o públicos durante las fiestas navideñas?
Muchas familias utilizan diferentes estrategias para protegerlos, preparándolos con anterioridad. Incluso, algunas familias se trasladan a lugares muy alejados de las ciudades a pasar las fiestas de Noche Buena y Año Nuevo para evitar exponerlos a los ruidos de la pirotecnia y el bucillo callejero; aunque muchas veces no siempre es posible.
Entonces, para las familias que se quedan en la ciudad, es casi imposible evitar la agresión acústica de las celebraciones.
La estrategia más frecuente es pasar el momento de estruendos jugando, o bien haciendo que las personas con autismo usen auriculares para escuchar música suave o ver alguna película que le guste.
También, se suelen utilizar audífonos o auriculares que aíslan o reducen mucho el sonido exterior; alternativamente, se utilizan tapones para los oídos que venden mayormente en las farmacias.
Recordemos que la pirotecnia no solo afecta a las personas con autismo, también afecta a las mascotas domésticas e impacta negativamente a la fauna urbana.
Desde el Centro Integral de Terapias Infantiles y Adolescentes Florecer propiciamos no usar pirotecnia aunque tú no tengas familiares con autismo, ni mascotas domésticas. Los perjuicios de la agresión acústica de las celebraciones navideñas son muy negativos para la salud y el bienestar general. La alegría no tiene que ser causa de estrés o ansiedad para nadie.
Te pedimos, por favor, que concientices a las personas que están a tu alrededor por qué no usar pirotecnia durante los festejos navideños; considera, además, que hay muchos otros motivos vinculados con la prevención de accidentes personales y materiales por el cual no deberíamos utilizar pirotecnia afuera de espacios con el control de personal especializado y medidas de seguridad.
¡Felices Fiestas!
